Un masaje con cuencos tibetanos te permite sumergirte profundamente en tu interior. Es una desconexión total en favor de una relajación intensa, cercana a la meditación. Nuestro espíritu viaja y se liberan tensiones: se instala una sensación de serenidad. El masaje sonoro se basa en efectos muy racionales y científicos: “Las ondas que producen los cuencos resuenan con las de nuestro cerebro y nos invitan a entrar en un estado modificado de conciencia. Estos sonidos inducen una ralentización de las ondas cerebrales llamadas "ondas alfa", las primeras etapas meditativas. Nuestro cerebro también libera las cuatro hormonas del bienestar:

- endorfina, serotonina, dopamina, oxitocina. En los últimos años, la profesión médica también se ha fijado en los resultados observados para estudiarlos y reproducirlos. El CNRS (Estudio sobre el impacto de las frecuencias sonoras en nuestros órganos) y en particular los Hospitales Universitarios de Clermont-Ferrand y La Pitié Salpêtrière de París han analizado varios beneficios importantes sobre:

 

-ansiedad,el estrés,el dolor,presión arterial,la depresión,mejora de la saludpor rebote endiabetesYobesidad(decadencia del Cortisol) y un sentimientode bienestar,de paz,de contentamientogracias al lanzamiento de4 hormonas de la "felicidad"". Las capacidades cognitivas también se optimizan ycreación estimulada.

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